Este posteo estaba bien pendiente, no es tan fácil plasmar en una editorial todas las vivencias que se han experimentado, ruego a nuestros fieles seguidores de este blog tener paciencia con el editor.
En la madrugada de ése sábado, mi tío Octavio me pasó a buscar a las 4. 30 a.m. para ir a Chillán, en el Olivar hicimos trasbordo y viajamos 4 personas: Octavio, Ramiro, Juan Francisco y Sergio.
Llegamos como a las 6.30 al terreno del Movimiento en Talca, hacía un frío bárbaro, y nos esperaban por lo menos 2 madrugadores de Talca. Al poco rato llegaron 4 hermanos madrugadores de Chillán, uno de ellos afirmó venir desde Punta Arenas (él si se levantó temprano)
Un poco pasado las 7 a.m. llegaron los amigos madrugadores de Huepil, con el padre Tomás eran 11 más o menos.La Misa fue muy emotiva, se respiraba el ambiente de encuentro nacional que iba a ser el 15 de Agosto...
El testimonio del padre Tomás que es Madrugador en la Diócesis de Los Ángeles, fue muy significativo, en la prédica dio la palabra a todo el mundo para que aportara al evangelio y testimonio para dar a conocer el sentido de ser madrugador a los hermanos de Talca que llegaron a ser 11 en este primer encuentro de Refundación (para ser más fieles a la realidad).
Después de la misa nos quedamos a desayunar, comimos como en una hora y 30 minutos, sobraron tortas y panes, fue tanto lo que comieron los de Huepil que se fueron confesando con el padre Tomás en el camino de vuelta por el pecado de la Gula. (Eso me contaron en Temuco).
A las 12 ya estábamos de vuelta en Rancagua, en mi interior se escuchaban voces de que se viene Temuco, el espíritu nacional de la madrugada estaba sembrado.
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